despedidas de viajes madres e hijos
re_encuentros al vernos en el re_flejo

una hija que crece y expresa su deseo de irse lejos de casa

En esta re_flexión quien contacta es la madre de una jovencita de 15 años.

Circunstancias que describe:

La hija ha expuesto que su deseo para continuar es_tu_dios es irse a un lugar que está muy lejos de casa. Viven en América del Sur y la hija quiere ir a Europa.

La madre expresa que siente “mucho miedo” y “no sabe qué hacer”. Se encuentra en una contradicción entre:

– debo “dejarla que tome su rumbo” ; y

– no “encuentro” el valor para hacerlo

A consecuencia, experimenta que se está sintiendo muy “nerviosa” y “atemorizada”.

Como en cada artículo os pido, por favor, respiremos antes de emitir una “valoración”, aunque es muy probable que ya lo hayas hecho.

Valorar: es dar o quitar valor a un hecho. O lo que es lo mismo, aplicarle enjuiciamiento y sentencia de criterios. Eso nos aleja de la solución desde el Amor.

En esta consulta, comenzamos, desde la primera escucha activa, por re_encontrar desde la palabra. A algunos re_buscar en la palabra les provoca in_comodidad porque no consiguen con facilidad ver los nexos, pero en mi criterio, era de importancia para acompañar a esta madre que experimenta una circunstancia que la hace sentir “nerviosa y atemorizada”.

Lo denominamos en nuestros ejercicios: Cuestionando desde la palabra: cuáles si, cuáles no, cuál es cuál. Yo que yo.

Veamos:

El motivo de la posible separación elegida por su hija, es: continuar es_tu_dios.

Re_flexión: ¿Qué transmitimos, qué nos han transmitido, qué impregnamos en el inconsciente cuando declaramos:

es_tu_dios

¿¡ Es tu Dios !?

E s t u d i a r entonces, nos lleva a un condicionamiento en el cual, nuestro Ser, nuestro deseo de experimentarnos, queda aplazado a un nivel inferior que se opaca detrás de ese Dios. Un Dios que está fuera de nosotros. Que está en lo que se conoce como escuelas y colegios. Un Dios que alguien nos va a ir mostrando, poco a poco y según la edad: lo “pre_visto”, lo “peda_gógico”, etc.

Por tanto, hacemos primer re_conocer en nosotros: Quienes les hemos mostrado que el es_tu_dio es muy importante, hemos sido nosotros mismos, mamá, papá, familiares, la sociedad al completo. Siendo una consecuencia entonces el hecho de que la hija elija acercarse más a ese “Dios de las escuelas y universidades” que permanecer a nuestro lado.

De hecho, esta madre re_conoce en sí una No aceptación a la posibilidad de que la hija decida no continuar los es_tu_dios.

Seguimos sobre las palabras.

La contra_dicción que experimenta está asentada entre lo que ella considera su “deber”. Entrando así en una relación de deuda: te debo “dejar” ir , te lo “debo”, es lo que “debería” hacer. Permítamanos pues, acercarnos al corazón.

No “debemos” nada

Los hijos no han llegado para crearnos “deudas”.

Desde el Amor, lo que se experimenta es languidez y el alma trémula, porque nuestra hija querida y adorada, manifiesta querer estar lejos de nosotros. Esto no es deuda, es Amor.

No se “encuentra” el valor.

Estamos provistos siempre de infinito coraje y valentía para todo aquello que nace y vibra en nuestros corazones.

Pero, hasta este momento específico, la madre no se permite separar lo que ella desea de lo que ha manifestado desear su hija.

Solamente “busca” el valor, sin la honestidad como punto de partida.

Honestamente, re_flexionando ella misma, encontró en su Kmino, muchísimos momentos de “coraje y valentía”, líneas privadas que no quedarán expuestas en este artículo.

La di_ferencia en esas circunstancias anteriores y la del momento actual es simple:

– Era la madre quien marcaba el Kmino y era la niña “pequeña” quien solamente debía acompañar a su madre en sus decisiones de vida.

– Hoy es la hija, no tan “pequeña”, quien marca el Kmino, asentado en sus “creencias”, en las mismas que recibió desde su madre.

A consecuencia, aparece la necesidad del “coraje” que no “encuentra” y “siente miedo”.

¿Siente miedo de la hija? ¿Siente miedo de no estar junto a ella?¿De qué siente miedo?

¿Es miedo lo que siente?

Mi recomendación en esta primera sesión, muy intensa, fue simplemente cambiar las palabras de su narrativa, desde el Amor. Me permití enviarle un correo electrónico con estos textos sugeridos:

Hija, te amo y te adoro, si marchas lejos de mí te echaré de menos, me sentiré triste al principio y notaré tu ausencia en casa. Eres mi compañera y mi amiga. Cada día eres un regalo que me motiva a poner a tu disposición todo cuanto soy y sentirte feliz junto a mí.

Si es tu deseo marchar lejos de casa, lo respeto, y lo apoyo con todo mi corazón, porque tu felicidad es la mía, pero comprende que ahora me encuentro en la tristeza de la anunciada separación de lo que mucho amo en mi vida.

Comprendo también que para tí sea im_portante es_tu_diar, porque es lo que hemos hecho desde que eres muy pequeña, llevarte a un lugar en el que “hay que estudiar para que seas alguien en la vida”.

Hasta este momento no me había percatado, que tan importante hicimos sentir los estudios, que nos olvidamos en ocasiones de ti y de tus preferencias. Y justo eso es lo que eliges ahora, estudiar aunque sea lejos de casa, porque estudiar se yergue ante ti como lo más importante.

Te pido perdón por ello. La información que tenía, las creencias que llevaba conmigo eran esas y fueron las que puse a tu disposición. Perdóname.

Hoy comprendo que no es así. Que estudiar no es lo más importante, que lo que más me importa eres tú.

Perdóname. Lo siento.

Me hago res_ponsable de todo, y si es tu elección ir lejos muy lejos, y si me lo permites, te acompaño y seguimos juntas. La vida me sonreirá y haremos nuestro mini mundo a tu lado, mientras sea tu deseo permanecer allí.

Fueron luego dos sesiones más para seguir acompañando a la madre hasta re_nacer en el Amor a su hija, empleamos algunos trazos de geometría sagrada y el ejercicio de Historias inconclusas.

A las pocas semanas, cuando esta madre se re_conoció y se re_encontró desde otro lugar que emana Amor, me escribió para contarme que había ido todo muy bien, mucho mejor de los que había sido capaz de imaginar.

Me contó que estaba feliz porque en su propio lugar de empleo, al comentar que estaba resuelta a irse a Europa unos años, les venía muy bien que fuera ella quien ocupara un puesto que estaban intentado cubrir para una nueva oficina. Su “miedo” real que estaba dado en la aparente incapacidad de seguir acompañando a su hija y cuidar de ella, a la vez que localizar una fuente de ingresos monetarios, se transformó, transmutó en una nueva posibilidad, creada desde su corazón cuando eligió desde el Amor.

Este texto sugerido, podría tener otro final si la hija manifestara que su deseo no era estudiar solamente, sino, emanciparse, y hacerse un Kmino lejos de casa. En tal caso, estaríamos ante otra circunstancia diferente a la comentada en este artículo.

Asimismo es también muy importante para la comprensión de esta consulta, que el padre de esta joven de 15 años, mantenía una actitud diferente a la de la madre.

Para él, estaba bien tanto que la hija estudiase lejos de casa como el hecho de que no estudiase más.

Acordaron que el padre se quedara en América para apoyarles monetariamente los años que estuviesen fuera madre e hija y visitarse con frecuencia, o al menos, en esas fechas en que socialmente parece mejor comprendido, que quienes se aman, estén juntos.