padres separados y sus hijos
re_encuentros al vernos en el re_flejo

padre separado de la madre que siente agobio cuando está con su hija

En esta re_flexión quien contacta es el padre de una niña de 8 años. 

Circunstancias que describe:
Él y la mamá de la niña llevan separados aprox1 año. 
Cada vez que la niña está con él en casa, siente que “se desespera”

Motivos: 
Siente que la niña le demanda su atención todo el tiempo
Experimenta sensación de “agobio” , él considera que no le gustan los niños, que le hacen sentirse nervioso. 
Este padre siente que la niña no le permite cuando está con él, prestar atención a “sus cosas en el ordenador”. 
Afirma que “no rechaza a su hija”, pero que a veces termina gritándole y luego se siente arrepentido de haberlo hecho.
Considera que estas circunstancias se le hacen “difíciles” de gestionar.

Bien, por favor, respiremos antes de emitir una “valoración”, aunque es muy probable que ya lo hayas hecho.

Valorar: es dar o quitar valor a un hecho. O lo que es lo mismo, aplicarle enjuiciamiento y sentencia de criterios. Eso nos aleja de la solución desde el Amor.

Parece de difícil gestión, sin dudas para mí lo es. 
En las circunstancias descritas, la primera mirada la otorgo a lo que estaba pasando este padre:
encuentra en el hecho de estar con su hija el “agobio” , la “desesperación” y el “arrepentimiento”.

Y en el padre nos quedamos, porque mientras sean estas las experiencias y las percepciones que tiene de la compañía de su pequeña, todo lo demás irá sucediendo en cascada: se agobia, se desespera, grita, se arrepiente. 

Él no necesitaba corregir nada de lo que hacía, sino de lo que experimentaba. Re_conoce que su actitud hacia la pequeña no es la que ni él mismo quería entregarle y eso es un paso muy grande para re_nacer en un cambio.

Después de una escucha activa en la que dándose permiso para decir cada palabra que fuera viniendo a su mente en ese momento, dejara que saliera fuera, para encontrar lo oculto en él en este respecto, fuimos llegando un desequilibrio mostrado en una relación hacia su hija basada en querer mantener todo el tiempo como padre “control de la situación” por el miedo que le infunde el hecho de “cuanto se parece la niña a su mamá”, dado el aparente “fracaso” de una relación de pareja.

Entonces, era evidente que no le estuviera entregando lo que entregaría a su hija, sino, a la mini ex-pareja, que le recordaba un suceso de dolor. Pasaba de ser el motivo de su alegría a ser el motivo de su miedo. Y cuando entramos en miedo, nos alejamos mucho del corazón. Solo pensamos en que pase ese momento muy rápido, porque no lo queremos para nosotros de esa manera.

¿Qué papel jugaba “prestar atención a sus cosas en el ordenador”? Eran la manera de evadirse de lo “no deseado”, de lo que rechaza.

Creo que ya hasta aquí podemos ser capaces de integrarnos en el Kmino que le genera re_conocerse y re_encontrase a este padre bonito que no conciliaba la alegría mientras tenía a su lado el regalo bendecido de dicha que es su bella niña. 

Después de solo la sesión inicial de regalo y una sesión más que él mismo quiso tuviéramos, sobre todo porque sintió muchísimo júbilo de encontrar una solución tan sencilla y quería compartirlo conmigo, ha re_nacido en una nueva y mejor relación con su hija.

Algunas cuestiones importantes para este re_nacer:

Cambiar la mirada que provoca dolor.
La madre de la niña ha sido también un regalo que le dio vida a su pequeña alegre y traviesa. 
Como pareja, también ha sido un momento que durante mucho tiempo era fuente de regocijo, de besos y caricias, ha sido su compañera, la ha elegido Él, no la pequeña, ha sido un paso importante para su vida haber estado junto a la madre de la niña, y haber terminado esa relación de pareja porque tal y como él dice, ahora ha encontrado una relación de pareja mucho más compatible con él en muchos aspectos, entonces, conceder Gracias a esta antigua pareja: me has acompañado hasta el lugar que necesitaba y hasta el momento más adecuado de nuestras vidas, ahora sin ser conjunta, pero con un vínculo amoroso, nuestra preciosa niña.

Ver a su hija desde el corazón.
La pequeña no “demanda atención” sino que desea, quiere, disfruta y es feliz estando con su papá. Su papá es Sol para ella. Su papá no siempre está, pero ella no le juzga, ella solamente le entrega amor infinito, le otorga toda su atención porque ama todo lo que es Papá. Ella comprende que papá a veces puede estar en el ordenador en “sus cosas”, pero ella no es una “cosa” ella es Amor, y así lo entrega, sin medidas, sin restricciones, incluso a sabiendas que a veces Papá se puede “enfadar” con ella.